corredoras. Las primeras comenzaban pasadas las diez de la mañana, las 62 cadetes, encontraron
el asfalto mojado. Debían subir Miota por Elorrio en dos ocasiones. Una de mis misiones consistía
en dar la salida a las cuatro infantiles que se presentaron, dos minutos antes de que las cadetes
completasen la mitad de carrera. Uno de los agentes de Ertzaintza dijo que si aguantaban hasta
el inicio de Miota acabarían.
Me subí a la escalera que me preparó la organización, Sociedad Ciclista Lagun Artea, para captar
imágenes de la llegada de cada una de las clasificadas y puse otra cámara a grabar en vídeo por si
había sprint ajustado. Observé que Irantzu Solaguren intentó aproximarse a Ainara Albert, pero la
componente de Río Miera-Club Ciclista Meruelo pudo con la baza del Punta Galea. Dos compañeras
de equipo de Albert en las posiciones tercera y cuarta, Lucía y Laura Ruiz Pérez. En lo que se refiere
a las infantiles las cuatro finalizaron, la decisión de que empezasen con ventaja resultó acertada, entre
la primera y la última hubo una diferencia de 4 minutos y 23 segundos. La más rápida es de Ermua, Izaro
Oliveira.
103 en el tropel de élite, sub23 más las júnior, entre ellas la presencia de la campeona de España
élite Eider Merino (Movistar Team). La de Balmsaseda no falló a su condición de favorita, aprovechó
las dos escaladas a Miota del circuito inicial, después la de Areitio y otra nuevamente a Miota
para escapar con la sub23 Nicole D'Agostin (Bizkaia-Durango). Merino superó a la italiana por más de una
bicicleta, dando tiempo a casi dos minutos al pelotón la élite Ana Usabiaga (Eustrak-Euskadi).
Desde hace varias temporadas en la Federación Vasca de Ciclismo saben que utilizar colores que no son de fondo
blanco a los dorsales dificulta bastante el hacer las clasificaciones de féminas, pero no han puesto una
solución. También se suma como ya informé tras la competición de Dima que no se lleva número en la manga de
los maillots y que se lo ponen mal o adoptan una posición sobre la bicicleta al culminar su esfuerzo que cuesta
mucho identificar. Lo que supone quebraderos y perder mucho tiempo a los árbitros y a mí.
La infantil Izaro Oliveira Alberdi (Ermuko Txirrindulari Eskola) y su padre. Fotografía Pedro.