Hoy finalizaba el calendario cántabro de ciclocross en Torrelavega, Campeonato Regional y por segunda vez el evento dedicado a la memoria del entrañable Félix González. Su encantadora esposa, Marivi Pisano, me saludaba durante la mañana, comunicándome que va a ser abuela. Jornada espectacular para la disciplina, un circuito con barro y muchos charcos, encima en algunos momentos granizando y en otros lloviendo.
Pasadas las nueve, entraban los máster 30 en acción, ausencia destacada de José Domingo Cadavieco. Doblete para Alejandro González Fernández al cosechar la victoria y el título, se lo dedicaba a su amigo Alberto Ruiz Fernández, también corredor de su categoría. En segunda posición finalizaba el vasco Andoni Media, justo delante de dos hombres que se repartían el resto de medallas en juego, Mario Rodríguez Llano y Raúl Cadavieco, eufórico al apear del podio a Fermín Tresgallo. Ejemplo de deportividad la de los cuatro cántabros citados al abrazarse.
Un gran deportista de Colindres, como es Óscar Negrete, también emulaba a Alejandro González, vencedor máster 40 y logrando el maillot de campeón al batir a su mayor adversario, Iván Hevia. Negrete al ser entrevistado por Carlos Lavín se emocionaba al recordar y brindar sus logros a un tío suyo que murió hace unos días. El tercero de la prueba, Íñigo Burgos, en la actualidad compite con licencia vasca. En cincuentas se imponía un hombre que ya fue campeón de España hace casi dos años en el mismo escenario, el asturiano Miguel Ángel Taboada tras rebasar al pundonoroso vasco Juan Carlos Eguiluz y el santanderino Manuel Gutiérrez Bermejo. En lo que se refiere a los sesentas, decidía a su favor la carrera el vasco José Adolfo Fica, en detrimento del astur Juan Mariano Bárcena. Tercera plaza para otro santanderino, Juan Antonio Gutiérrez Pérez, rendimiento admirable el suyo si tenemos en cuenta los 69 años que tiene y un trazado tan complicado. El cetro quedaba vacante, como detalle posteriormente me obsequiaba con un lote de golosinas.
En cadetes masculino un pleno cántabro, Alain Suárez invertía a la conclusión treinta segundos menos que Sergio Gutiérrez Vargas. A casi tres minutos Álvaro Sainz de la Hoz al anticiparse a Juan Pérez Gómez. Entre las féminas, despuntaba Elena Barcenilla al alejar a otra representante del ciclocross cántabro, Claudia San Justo y la asturiana Paola Villa.
El éxito juvenil para Santillana del Mar, Gonzalo Inguanzo en primer puesto a pesar de la sobresaliente batalla planteada por Saúl Calzada. Muy distanciado el tercero, Sergio Trueba y mucho más los siguientes, Miguel Sánchez Prado y Domingo Estrada, muy rabioso al acabar. Las damas repartidas en dos grupos, en el de élite la vasca Zaloa Trevilla derrotaba a la mejor de las cántabras, Sandra Trevilla. En el de sub23-júnior, disputa de dos regionales, Coral Casado impedía estar en el cajón más alto a Alba Fernández Rozas.
Después de las dos tandas dedicadas a promoción, a destacar el buen número de niñas y niños que se animaban, el momento de ver a los élite y sub23. Desde la ronda inicial como dominador el corraliego Kevin Suárez, abriendo cada vez más espacio sobre sus perseguidores. Al culminar su esfuerzo más de dos minutos en relación a Alejandro Iglesias que relegó al tercer escalón en la competición y en el Campeonato a Adrián García Montes. De la cuarta a la sexta posición, Joseba León, Eduardo Jiménez y David Hidalgo, tres vascos que salvaron el trámite con decoro. El primer sub23, Mario Junquera, noveno, el asturiano no se ha prodigado en la disciplina tanto como nos tenía acostumbrados y el siguiente Ángel Coterillo. El de Reocín décimo quinto.
Espero que la próxima temporada sean más que cuatro las citas ciclopedestres que se organicen en territorio cántabro. Quiero dedicar estas líneas al bueno de Félix González al igual que en 2016 y también a Manuel Lavín Castillo. Un vecino mío al que siempre tengo en mi recuerdo, fallecido en estas fechas hace quince años, originario de Cantabria, llegó a correr en atletismo siendo muy joven con el legendario Mariano Haro, amaba varios deportes y le alegraba mi afición por el ciclismo. Él se hizo devoto del golf, lo practicó e incluso viajó a ver la Ryder Cup.