Entrevistado: José Lorenzo Esteban Ugalde
Fecha y lugar de nacimiento: 14 de marzo de 1962 en Pamplona
Residencia: Villava
Altura: 1m74
Peso en forma: 63,5 kg
¿Cómo surge tu afición al ciclismo y a qué edad te federas?
Mi afición por el ciclismo viene de familia, tanto la paterna como la materna nos la fueron inculcando. De hecho, mi primera bicicleta de carreras me la regaló mi tío, él participó en competiciones. Recuerdo que era una Letona talla 56, yo tenía 10 años y era demasiado grande para mí. A los 14 empecé a correr.
¿Cuáles han sido los equipos en los que has militado desde entonces?
En infantiles la Escuela de Ciclismo de la Federación Navarra, el primer año de cadete en el Alemar de Pamplona, los tres siguientes en el Club Ciclista Villavés. Pasé a aficionado con el equipo La Casa del Café de Logroño, la segunda temporada de amateur en el Aspil de Tudela. La tercera en blanco, por la mili.
Al volver a competir recalé en el Kaiku-Caja Rural. Dos marcas que de forma independiente llegaron a ser historia en el ciclismo. Después estuve dos campañas y media en la Brasileña, dejándolo por una lesión en la rodilla. Tras un año parado, volví en la Peña Ciclista Alas-Alfa Romeo, fue mi último calendario de rutero ya que me puse a trabajar. Hubo un nuevo paréntesis como corredor, después comencé con la bicicleta de montaña y hasta la actualidad.
¿Cuándo debutas en ciclocross?
Mis primeras carreras de ciclocross fueron como juvenil, en pruebas de Navarra. Entonces se hacían unas cuantas, principalmente en la zona de Alsasua.
En Intxaurrondo (Guipúzcoa) fuiste uno de los participantes más jóvenes en el Campeonato de España de aficionados y profesionales de la temporada 80-81, no habías cumplido 19 años, ¿qué recuerdos tienes de aquel día?
Intxaurrondo fue mi primer Campeonato de España y mi primer año de aficionado de 2ª, la verdad no tengo un recuerdo especial. Sé que acabé doblado.
Lograste en Betelu un Campeonato de Navarra de Ciclocross disputado en 1982, uno de tus rivales fue el malogrado Pedro Canarias, ¿tu estreno de victorias o ya anteriormente habías ganado en carretera?
La de Betelu no fue la primera carrera que gané. Desde juveniles creo haber vencido en todas las pruebas ciclopedestres celebradas en Navarra, además tenía triunfos en carretera de junior y también uno en mi primer año de aficionado
¿Quiénes han sido tus ídolos en btt, carretera y ciclocross?
No soy de tener ídolos, en carretera siempre he valorado a los buenos gregarios. En ciclocross no hacen falta explicaciones para nombrar a Sven Nys.
¿Qué tipo de ciclista fuiste como amateur?
Por mis características, iba bien en los diferentes terrenos, pero no era excepcional en nada, nulo al sprint. A pesar de esa carencia en las llegadas, conseguí un total de cinco victorias; dos de ellas en la Rioja, las otras en Lesaka, Oiartzun y Alsasua. Las tres últimas creo que en el 86, año en el que hice varios segundos puestos, debidos a mi falta de velocidad.
¿Ha cambiado mucho el ciclocross desde que empezaste?, has corrido con Vijandi, Mayora, Yurrebaso, Sala, Seco, etc….,¿quién es el que más te ha impresionado?
El ciclocross ha evolucionado en el aspecto de materiales, de diseño de circuitos. Ahora son mucho más llanos, con el fin de hacer las carreras más competidas. Me parecería bien si luego se introdujesen obstáculos para romper el ritmo, algo que muchas veces no ocurre y se hacen carreras en las que ni te bajas de la bici y se supone que es para equipararlos a los europeos. En Europa por lo que podemos ver hay circuitos de todo tipo; durísimos, llanos, pero siempre se ponen obstáculos para romper el ritmo.
Me gustaba David Seco, primero porque fue valiente en su apuesta por el ciclocross y segundo porque técnicamente era muy bueno, sobre todo en terreno embarrado. Yo intentaba seguirle un rato cuando me doblaba, sólo por ver sus trazadas e intentar aprender. De hecho creo que donde mejor me desenvuelvo es en el barro, en parte gracias a él.
¿Qué supuso para ti ser campeón de España máster 40 en el 2002 tanto ciclocross como en mountain bike?
El doblete en 2002 tuvo su mérito, a partir de febrero atravesé un problema personal que me afectó bastante, a pesar de todo pude sobreponerme y ganar en julio el de btt. Además la preparación siempre me la he llevado yo y fue un reto que me había propuesto.
¿Llegaste a participar alguna vez en el Criterium de Pamplona con profesionales?
Corrí en una ocasión ese Criterium con los profesionales, en mi segundo año de aficionado, recuerdo que vino Francesco Moser.
¿Cuál es tu disciplina ciclista preferida?
Lo que más me gusta es el ciclocross, principalmente por el ambiente familiar y de buen rollo casi general que hay.
¿Tienes alguna anécdota con Miguel Indurain?
Sí, en aquellos años los talleres de bicicletas no abrían los sábados por la tarde, en casa le hicimos reparaciones la víspera de las carreras, debido a su tremenda potencia rompía muchos radios.
Voy a poner a prueba tu memoria, ¿sabrías decirme los nombres de tus compañeros en el equipo Casa del Café de 1981?, ¿tienes contacto en la actualidad con alguno de ellos?
Guardo mis mejores recuerdos de aquel tiempo, seguimos siendo un grupo de amigos. Nos vemos un par de veces al año, falta Pedro Canarias, junto a él estábamos Ángel María Erdozain, Juan Antonio Ibáñez, Martín Erro, Carlos Gorgojo y Alberto Olite, había unos riojanos.
Me has sorprendido gratamente José Lorenzo, has citado a unos cuantos y me parecen emotivas vuestras reuniones. Los ciclistas de La Rioja creo que eran Enrique Eguizabal Fernández y Juan Manuel Miguel Jiménez, también un burgalés, José Javier Lobera Chico. El resto de navarros, Santos Esparza Crespo y Salvador Viana González.
¿Cómo se compaginan el trabajo y la vida familiar con los entrenamientos?
Compaginar trabajo, familia y entrenamiento es complicado, hay que adaptarse al tiempo libre del que se dispone. Mi agradecimiento va para mi mujer, Rosa, ella es quien sufre esta afición, cuidando a nuestros dos hijos todos los fines de semana que dura la temporada de ciclocross.
¿Cuántos kilómetros realizas cada año?, ¿acudes al gimnasio?, ¿sales a hacer footing?
Yo no apunto los kilómetros, ni voy a gimnasio, no preparo especialmente lo de correr. Esto último creo que es genético, o se patea bien o no, porque yo creo que la clave está en cómo se adapta tu musculatura a pedalear después de patear y la mía, lo hace bien. Y el pateo lo hago siempre con bici.
¿Por qué tu afición a llevar siempre pegatinas de Xabigo en las bicicletas?
Xabigo es un artesano que fabrica cuadros a medida, aunque ahora hace menos debido a la competencia de los productos chinos. Él dice que su trabajo tiene un precio y no está dispuesto a tirar los precios. En la época de Reynolds, hacía los cuadros ligeros de escalada y cronoescalada del equipo. Los tenía patentados con la trasera supercorta, el tubo del sillín acababa abajo en dos barras para dejar entrar la rueda y acortar la distancia de paso de rueda posterior. Mi hermano corrió con bicis de ese sistema, puso patilla trasera con doble entrada de rueda dependiendo de si había barro o no. Yo todavía tengo una de ellas y recuerdo que era espectacular su comportamiento en circuitos ratoneros. Siempre he tenido amistad con él y me pinta los cuadros. Me cobra un precio económico y yo a cambio luzco su marca.
Además de tu hermano Juan Carlos y de tu primo Asier Valverde Ugalde, ¿ha habido algún familiar más corredor?
Somos cuatro hermanos y todos hemos competido, el segundo fue compañero de equipo de Miguel Indurain.
Juan Carlos fue mundialista en ciclocross y mountain bike, ¿solías entrenar con él?
Con mi hermano entrenaba pocas veces, debido al trabajo yo salía en bicicleta cuando podía y muchas veces de noche. Tengo una anécdota de una noche de invierno que estaba entrenando en un polígono. Recuerdo que hacía mucho frío e iba tapado con un pasamontañas. Me había preparado un circuito que incluía un tramo por hierba con la bici al hombro. Me adelantó una furgoneta blanca que iba muy despacio. Más tarde vi que volvía de frente y de repente se me cruza delante y lo primero que pensé es que me querían robar la bici. Se abrieron las puertas y vi salir dos personas con algo largo que alumbraba, me di cuenta que era la guardia civil con vehículo camuflado. Lo primero que hice fue parar y quitarme el pasamontañas. Me preguntaron que qué hacía y les dije que entrenando ciclocross. ¿Sicocro? me responde uno de ellos: Vale, puede seguir. Yo creo que no sabían de qué les estaba hablando.
¿Qué trabajos has desempeñado?
Toda mi vida laboral la he desarrollado como repartidor de cerveza y otras bebidas, autónomo hasta hace dos años, cuando entré a trabajar en la tienda de Intersport-Irabia. Me apoyan también con la ropa y descuentos en material.
¿Cómo resultaron tus experiencias de participar en los Mundiales de Ciclocross que se desarrollaban en Mol?
Participé tres veces. Undécimo en 2001, decimocuarto en 2002 y 2008. Bajo mi punto de vista era un circuito muy parecido al del Campeonato de España disputado en Navia, pero con mayores desniveles y más zona de pateo, escaleras y dos bunkers de arena. Uno muy largo en la zona de playa artificial, de unos 200 metros. Un trazado de potencia con esas zonas para romper el ritmo. Por el tipo de ciclista que soy, creo que mis clasificaciones son más que notables, y más teniendo en cuenta que tocaba salir bastante atrás. El primer año me quedé con la pena de no entrar entre los diez. Quizás me lastró el pedal, llevaba Shimano, dio problemas con la arena. Desde entonces cambié los pedales por otros que funcionasen mejor en condiciones extremas.
¿Te ves corriendo dentro de una década?
La verdad, no me veo corriendo dentro de 10 años, pero no te digo que sí o que no. Ya veremos. Yo voy día a día
¿El puerto más duro que has subido?
Larrau, lo subí entrenando un día de mucho viento y tuve que hacer tramos a pie.
Llegaste a liderar el Ciclocross de Aizarnazabal en 2005 con élite y sub23, tenías 43 años, al final tercero detrás de Zugaitz Ayuso y Gorka Izagirre. Guardo un gran recuerdo de tu brillante actuación, ¿te dejaron sin premio por la reglamentación?
Los máster salíamos los últimos, detrás de los élite y sub23, no estaba reconocida nuestra categoría todavía en Euskadi. Uno de los organizadores tuvo el detalle de darme la dieta.
¿Ha sido esa de Aizarnazabal tu mejor carrera en tus años de ciclocrossista o crees que fue la Premundial de Muxika de 2003 en la que acabaste por delante de todos los seleccionados sub23?
Mi mejor carrera fue la de Muxika. Como rutero, en pruebas por etapas tengo un cuarto en la general de la Vuelta al Goierri, esa edición la ganó el asturiano Vicente Prado. Hice décimo en una Semana Aragonesa, en el tiempo del primero, me alcanzaron en el kilómetro final de la última etapa, un segundo de diferencia me hubiera sido suficiente. También acabé décimo en la Vuelta a la Plana Baixa en Castellón.
¿Cuál es tu balance de una temporada de ciclocross en la que te has proclamado campeón de España en Navia?, posees los títulos de máster 30, 40 y 50, disputaste un emocionante sprint con José Antonio Mazaira en Igorre, te faltó suerte en el Superprestigio de Puente Viesgo, victorioso de todos tus duelos con el ex profesional Jokin Mujika.
La califico de sobresaliente. Solo faltó el Superprestigio, pero los rivales también cuentan y no pudo ser. Desde mediados de noviembre estuve lastrado por un esguince de rodilla, me hizo temer por la segunda mitad de la temporada, corría con un vendaje para protegerla. Para mí ha sido un honor competir contra Jokin, ya en juveniles y posteriormente he "padecido" las consecuencias de su enorme clase. Han sido carreras muy disputadas y aunque pueda pensarse lo contrario me ha costado mucho ganarle. Su regreso ha servido para que nos hayamos tenido que exprimir al máximo. Ojalá siga, estoy seguro que él mejorará y será más difícil batirle, un bonito reto. No es el nombre el que pedalea, sino el hombre.
En Puente Viesgo todo me salió mal. Tuve que hacer tres cambios de bici, en la caída además de pinchar, rompí la maneta, sin darme cuenta hasta volver a utilizar esa bici. No lo considero mala suerte. Es parte del juego y esto unas veces te favorece y otras te perjudica. Yo me considero afortunado, ya que tengo pocas averías y pinchazos. La semana anterior fue Jokin el que pinchó en Oñati, en la parte final de la última vuelta y creo que no hubiera podido remontarle, en ese tramo final tenía ventaja el que iba primero.
El duelo con Mazaira fue bonito, es mi amigo. Él se crece siempre en esa carrera, por correr en casa. Yo creo que pagué el esfuerzo de Itsasondo, debido a la pelea con Jokin, al que no pude alcanzar hata la última vuelta.
¿Tienes algún objetivo deportivo para los próximos meses?
Hasta junio tengo intención de hacer algo de btt y luego a mitad de julio empezar a preparar ciclocross. Mi ilusión hubiera sido volver a la Titan-Desert, una prueba que me encantó porque era volver a los orígenes del mountain bike de finales de los 80, en los que primaba la aventura y los recorridos naturales y no como ahora que ves circuitos hechos con azada buscando rizar el rizo y que para mi gusto son hasta peligrosos.