Yo era un niño cuando el ciclista profesional Alberto Fernández Blanco y su mujer fallecían en accidente. La noticia me impactó, un sentimiento de tristeza se apoderó de mí. Era viernes, 14 de diciembre de 1984, me disponía a hacer un viaje a Burgos con mis padres y hermanos. Alberto e Inmaculada perdían la vida en esa provincia, al regreso de haber recibido el premio en Madrid al mejor ciclista nacional. Durante la Vuelta a España de 1993 supe que habían tenido un hijo, viendo el resumen de la etapa de los Lagos de Covadonga enfocaron al chaval en el coche del Seguros Amaya, acompañado de Javier Mínguez que fue director del <<galleta>> en Zor. Parecía contento observando a los ciclistas.
El destino quiso que Alberto Jr. también le diera a los pedales, consiguió la Vuelta a Vizcaya para aficionados en 2007 y accedió al profesionalismo con el Xacobeo Galicia, a las ordenes de Álvaro Pino, antiguo compañero de equipo de su padre. En la máxima categoría estuvo dos temporadas, después no ha perdido la afición a competir, hoy mismo ha participado en el Ciclocross de Treto. Allí ha estado de espectador Francisco Ibáñez Mansilla, antiguo ciclista cántabro de la quinta de Alberto Fernández, 59 años, recuerda cómo se desplazó en bicicleta desde Aguilar de Campoo a Arenas de Iguña; <<creo que hizo segundo en esa carrera para juveniles, la ganó Saúl González, se fijó en él Fernando Expósito y le fichó para el Licor Karpy>>. Paco añade que comió con Alberto en varias ocasiones y que el hermano de Inmaculada era buen ciclista.
El manresano Xavier Martí Orriols no quiso perderse la llegada de una de las etapas de la Vuelta a España de 1983. <<Estuve en Castellar de n'Hug con mis padres y mi padrino, hizo primero Alberto. De él destacaría su lucha era un batallador>>.
Jesús Ibáñez Loyo fue coequipier de Alberto Fernández en el Zor, coincidieron en el debut del alavés en una grande, el Giro del 83. El jefe de filas afrontó la ronda italiana cuatro días después de terminar tercero en la Vuelta y haber vestido el maillot amarillo en varias jornadas, en la general acabó detrás de Giuseppe Saronni y Roberto Visentini, adjudicándose meritoriamente dos etapas en Campitello Matese y Colle San Fermo. Después compartieron el podio en la Subida a Arrate, uno como primer neoprofesional y el otro ganador de la general con la suma de los tiempos de la prueba en línea y contrarreloj. <<Tengo algunas fotografías con Alberto, no muchas. Era sobre todo una gran persona, a día de hoy con su recuerdo me cuesta no emocionarme>>.
Manuel Gutiérrez Bermejo guarda una gorra del Teka que le había entregado Antonio Coll en una etapa de la Vuelta a España que acabó en Santander, Alberto se la firmó. <<Tuve trato con él porque coincidíamos en la tienda de Gonzalo Aja, todavía tengo el teléfono de su vivienda en la Calle Castilla, habíamos quedado para días después de que recibiera el premio ir a correr a pie por Liencres, pero no pudo ser>>.
A Ángel Luis Coterillo Cano le alcanzó en un entrenamiento subiendo de Renedo hacia Zurita. <<Me daba ánimos hasta que en el cruce de La Montaña él continuó y yo me desvié para Torrelavega, era mi ciclista español preferido>>. También para el mayor de los Coterillo, José Manuel, no olvida cómo luchó en una subida de la Vuelta a los Lagos de Covadonga y las veces que solía ver pasear por Torrelavega a la pareja que formaban Alberto e Inmaculada. <<Fue una enorme tristeza la muerte de ambos>>.
El navarro José Lorenzo Esteban no sabe con certeza si en su segundo año de aficionado coincidió con él en un Critérium de Pamplona. <<Era un ciclista peleón y sufridor, rocoso y valiente, buen escalador y aceptable contra el crono. Una forma de correr al ataque que siempre me ha gustado y con la que me identifico>>.
Ángel Elorza recuerda haber presenciado un Critérium en Alsasua, en el que además de Alberto Fernández, Marino Lejarreta y Eduardo Chozas, estuvo otro corredor cántabro del Teka que se mató entrenando, José Luis Rodríguez Inguanzo. El organizador del Ciclocross de Ormaiztegi conserva una fotografía de aquel día.
Mi agradecimiento para todos los que han colaborado en este homenaje.